Esta vez en Bruselas. Nos guste o no, insistimos en la idea: Una religión que habla claramente de expandir la guerra santa contra el infiel YA NOS HA DECLARADO LA GUERRA.
Mantener con la excusa que sea, la idea de que las fronteras tienen que estar desprotegidas o de que hay que permitir la entrada de todo aquel que pone pie en territorio europeo es una política suicida que no nos lleva a ninguna parte
No hay comentarios:
Publicar un comentario